Esta noche se registró un fallido intento de toma de posesión por parte de los interventores del PJ enviados por Cristina Fernández, la titular nacional del partido.

Los apoderados que envió para intervenir no pudieron asumir debido a que las autoridades constituidas en Misiones, alineadas a la Renovación, fueron a la justicia con un recurso de amparo para resistir esa intervención, argumentando que el partido está funcionando normalmente, sin irregularidades, y que la intervención nacional no tiene fundamentos más que razones políticas.

Un grupo de dirigentes alineados al kirchnerismo misionero, particularmente cercanos a Juanchi Irrazábal y Cristina Brítez, intentó ingresar aduciendo que tenía una cédula de la justicia y la orden del partido nacional.

Pero el apoderado de las autoridades del PJ alineado a la renovación, presidido por Miryam Comparín, y el apoderado Martín Kornuta, exigieron ver la cédula judicial antes de abrirle la puerta. Como no le mostraron porque era una cédula digital, la intervención no se dio.

Hubo fuertes discusiones, tensión y forcejeos hasta que las autoridades locales pidieron presencia policial. Al mismo tiempo, los fallidos interventores amenazaban con llamar a la Policía Federal y la Gendarmería para hacer cumplir una orden judicial que nunca mostraron.

Quienes se presentaron con la intención de formalizar la intervención fueron el apoderado designado por Buenos Aires, Roberto Fernández Meire, y un letrado local de apellido Albornoz.

Según contaron algunos peronistas que fueron testigos. La exdiputada Cristina Brítez estaba en una camioneta esperando que se concrete la toma, pero finalmente no se dio.

Martín Kornuta, apoderado legal del PJ "renovador", afirmó que los interventores “querían tomar el control del edificio y hacer efectiva la intervención, pero cuando me apersono al lugar pido la documentación legal, el oficio judicial firmado por la jueza electoral, pero al no tener la documentación, le manifesté que no iba a avanzar con la intervención”.

Los interventores luego dieron una conferencia de prensa sosteniendo que tenían los documentos legales para intervenir.

En la conferencia explicaron que los peronistas "renovadores", que responden al diputado nacional Alberto Arrúa y la presidenta Comparín, hicieron un cordón humano para impedir el ingreso, los insultaron y se atrincheraron. Explicaron que la intervención es un hecho confirmado y que mañana mostrarán toda la documentación.

Además, pidieron que se elabore un acta haciendo cargo a la presidenta por los eventuales daños que pueda ocurrir en la sede.

El tironeo que se registra por el sello del PJ tiene que ver con las elecciones que se desarrollarán este año, el 26 de octubre, para elegir diputados nacionales. CFK quiere poner como candidata, otra vez, a Cristina Brítez para tener votos opositores a Milei en el congreso nacional. Mientras que las autoridades actuales sostienen una alianza con la renovación que votó a favor del presidente Milei todas las leyes claves en los 15 meses de mandato.

En tanto, en las elecciones del 8 de junio los enviados por CFK no harían participar al partido, mientras que Comparín y compañía sí jugarían nuevamente adentro de la renovación.