Presentarán la demanda para beatificar a María De La Cruz Morínigo
La "Asociación Simple Palomas del Espíritu Santo María Morínigo" y la Postuladora designada, Dra. Emilia Itatí Juañuk, han anunciado a S.E., el Sr. Obispo Juan Rubén Martínez la voluntad de ingresar la demanda de Beatificación de María de la Cruz Morínigo (1931/ 1993). Constituye un pedido sin precedentes en nuestra región y satisface los múltiples reclamos de nuestra comunidad agradecida a tan ilustre Ciudadana, Catequista y Apóstol del Señor.
Su obra solidaria
María de la Cruz Morínigo nació el 3 de mayo de 1931 en Catalán, Caballero, pueblo paraguayo. Al nacer, su progenitora la ofreció a la virgen de Caacupé donde fue bautizada y confirmada por los sacerdotes Juan Chávez y Abel Frutos. María apenas hablaba castellano, mezclado con guaraní. Cuando tenía 17 años, se radicó en Posadas con su madre y hermanos. Vendía casa por casa junto a sus hermanos, llevando en canastos rapadura elaborada por su madre y maníes. Descubrió a chicos sin comer, ni hogar, ni estudios, totalmente abandonados.
Su dedicación a favor de los niños pobres le valió la simpatía de los posadeños dado que también era catequista, preparaba a los chicos para recibir la Santa Comunión en las parroquias del Espíritu Santo y La Inmaculada Concepción de Villa Urquiza. Frecuentaba el matutino colega El Territorio y con sencillez explicaba que no había podido estudiar, pero que su intención fue sacar de la calle a la niñez pérdida y cómo inculcar a otros niños a comportarse en dignidad, como Dios manda.
Ferviente católica, llegaba a la redacción y una de esas visitas dijo “la gente me pide que haga conocer mi accionar e intenciones de hacer el bien a través del diario”.
Comentaba que recorría la ciudad, llegando a los negocios, pidiendo mercaderías, ropas usadas y todo lo necesario para vestir y alimentar a sus niños, reunidos en la casa que era de su madre, de la avenida Trincheras de San José, casi López Torres. Siempre vestía de punta en blanco y decía “para demostrar que soy pura e inmaculada, devota de Jesús y María”. Incansable, pese a que sufría de asma crónica, ella no se detenía.
Fuente: El Territorio




