La alineación de planetas y la sana costumbre de mirar al cielo
“El cielo, la Astronomía, tienen esa virtud de poder cada tanto traernos algún espectáculo que nos distraiga un poquito. Nos hacen levantar la vista y contemplar la maravilla del cosmos”, dijo el licenciado Luis Martorelli, astrónomo del Observatorio Astronómico de La Plata, en una charla telefónica con El Territorio acerca del fenómeno celeste que acapara las miradas en este naciente 2025.
La alineación de seis planetas alcanzó su punto máximo visible la noche de ayer y hasta la noche de este miércoles, aunque el efecto se extiende un tiempo más. Desde nuestro país es observable sobre el horizonte de oeste a este.
Si las condiciones atmosféricas lo permiten y si buscamos un punto alejado de la contaminación lumínica y despejado de edificios se puede observar a simple vista cuatro planetas, mientras que los otros dos requieren de telescopio para verlos.
La alineación planetaria es en realidad un efecto de perspectiva. Cuando hablamos de una alineación planetaria, no significa que los planetas estén perfectamente alineados en el espacio, sino que nuestra posición desde la Tierra crea esta ilusión de encolumnados.
“Esto es un fenómeno natural que se produce cada tanto. Estadísticamente uno puede ir buscando los datos de cuándo fue la última vez que sucedió, pero ¿qué es lo que se observa? Lo que nosotros estamos observando es un fenómeno que se produce por la rotación de planetas que están en nuestro sistema solar, los que conocemos, alrededor del Sol. Como nosotros estamos parados sobre la Tierra, uno de ellos, el tercero, ¿qué pasa? Vamos a ver en el cielo a veces cierta conjunción, que significa acercamiento, aproximación, todos sobre un mismo lado en el cielo o distribuidos a lo largo de toda la noche en la esfera celeste”, explicó el científico, docente y divulgador.
Esa conjunción se da regularmente a lo largo de los siglos o cada dos o tres años, dependiendo de si son dos planetas o la Luna y un planeta. Sin embargo, lo que está ocurriendo ahora es un fenómeno especial ya que se produce cada muchos años. “En el cielo, entre esta noche (por el martes) y mañana de noche (por hoy miércoles), podemos ver una cosa que es muy interesante. Al atardecer, mirando hacia donde se pone el sol, allá en Misiones tienen ese hermoso sol rojo, cuando cae y empieza la noche a aparecer, el primer objeto cercano al sol que aparece brillante el planeta Venus. Ese el primer planeta que vemos. Al ladito, para eso hay que esperar un poco más que oscurezca, está Saturno. Ahora, levanto la vista y sigo hacia mi derecha, y voy llevando la vista por el cielo y va a aparecer otro objeto muy brillante, que es Júpiter, que está casi arriba nuestro. Y sigo mirando hacia la derecha, hacia donde el sol sale o por donde sale la Luna, y me voy a encontrar un poquito más tarde con Marte”.
A simple vista
“Es interesantísimo, porque Venus, Saturno, Júpiter y Marte los puedo ver a simple vista. Y ya tengo cuatro en el cielo. Y más sorprendente es que entre Júpiter y Marte, y un poquito más allá de Marte, están Urano y Neptuno también, pero eso se observa con telescopios”, evidenció Martorelli.
Así, en una misma noche, un mismo lugar, un mismo tiempo, alineados los seis planetas regalan un espectáculo único.
“Este fenómeno se está dando cada 50, 100 años aproximadamente y es diferente al que se va a ver el 28 de febrero y 1 de marzo, ahí entra también en escena Mercurio. Entonces, van a ser siete planetas ¡es fantástico! porque este es un fenómeno que sí se da cada 400, 500 años”.

¿Qué significa este fenómeno para los astrónomos?
Es el eterno movimiento de los ciclos celestes. Es la eterna rotación de la Tierra, los planetas alrededor del Sol, así como en su formación comenzaron a rotar hace 5.000 millones de años o 4.000 millones de años. Esto es el movimiento eterno. ¿Qué ocurre en el cielo? Bueno, ese es un fenómeno maravilloso, porque ver más brillante a Venus o ver a Júpiter con nuestros ojos, a Saturno, a Marte y así siguiendo, tener la posibilidad de ver estos objetos en el cielo, significa que el cielo está bastante limpio, que tenemos una oscuridad bastante buena. No hablemos de si está nublado, si llueve, ¿cierto? Porque todos estos fenómenos los observamos fuera de las grandes ciudades. Si voy a Posadas, me paro en la ribera y cuando cae el sol a Venus lo voy a ver, a Júpiter lo voy a ver y a Marte también. A los demás es difícil, sobre todo Saturno. Eso solo con telescopio
¿Y qué va a suceder en el final de febrero en el cielo?
El 28 de febrero aparece Mercurio, vamos a tener una alineación de siete planetas, se va a poder ver con telescopio. Lo que pasa, y algo para tener en cuenta, es que quizás la gente cree “bueno, yo voy a mirar con el telescopio y entonces voy a ver este fenómeno de alineación tan espectacular que se da cada tanto”. Pero yo lo que voy a ver esta noche y mañana son los seis planetas (dos con un telescopio). Los seis en la misma noche. Y el 28 de febrero los siete, con Mercurio. Porque se van viendo en diferentes horarios. Cuando puedan, observen el cielo en estas horas que cae el Sol. Prácticamente desde las nueve de la noche ya Venus está muy brillante. Apenas cae el Sol, Venus está brillante. Un poquito más a la derecha, Júpiter está brillante. Y Marte, un poquito más tarde, también está brillante. Saturno está al lado, ahí hay que forzar la vista, ¿de acuerdo? Y Urano y Neptuno, si no tengo telescopio, no. Pero ¿qué es lo que ocurre? Esto lo voy a ver desde las nueve de la noche, como decimos, hasta las cuatro de la mañana.
El cielo está teniendo mucha prensa por estos días, esta alineación de planetas nos recuerda que está ahí para cuando nos acordamos de mirarlo…
Yo creo que esa es la clave. Hoy el hombre está más solo que nunca, ensimismado en su propia tecnología. Y la naturaleza nos advierte cosas todos los días. Levantar los ojos, mirar el cosmos es un aprendizaje de la evolución increíble. Porque estamos haciendo lo que hicieron nuestros antepasados, cuando por primera vez el hombre antiguo, en una forma increíble, miraba desde la caverna, salía, se asomaba y contemplaba el cosmos. Y tenía miedo, porque había dioses y seres extraños. Hoy estamos perdiendo ese contacto con la naturaleza. Eso es muy grave. Porque por primera vez en nuestra evolución, después de cuatro millones de años desde que empezamos a caminar en dos patas y a pensar de otra manera, estamos alejándonos de la naturaleza.
Es importante que los chicos miren la naturaleza, la contemplen, levanten los ojos, miren las noches, observen, pregunten, se cuestionen. Y eso también se enseña.
Hablando de la tecnología, también hay aplicaciones que ayudan en la observación ¿nos recomendaría alguna?
Las aplicaciones que hay tanto para celulares como para computadoras son muy útiles. Hay un programa que se llama Stellarium, que se baja gratis y creo que es uno de los mejores programas de Astronomía para los chicos y los grandes.
¿Qué podemos aprender de todo esto?
Pienso que sería que a la naturaleza, al cosmos, hay que observarlos. Mirar lo que pasa. Si hoy nos paramos en el patio de la casa, en la calle, en la ribera, donde estemos, y buscamos a Venus brillante cuando cae el sol, y esa observación repetimos desde el mismo lugar durante 5, 6, 7 días, nos vamos a dar cuenta de que Venus no está en el mismo lugar. Se puede tomar como referencia un árbol, un poste, una pared, un edificio. Y vamos a ver cómo se mueve. Es así como en la antigüedad se alinearon monumentos. Es así cómo se construyeron pirámides alineando con la vista los objetos celestes con la Tierra. Es una experiencia fantástica. Porque entonces todo se mueve.
Hoy la ciencia está cuestionada desde algunos sectores, anda por ahí la afirmación de que la Tierra es plana ¿qué nos diría?
Las preguntas hay que hacerlas. No importa cuáles sean. No hay que tenerle miedo a hablar, a preguntar, a interpelar. No quedarse con lo que me cuentan. Salir y observar. Viste que hoy hay muchísimas mentiras con las noticias. En ciencia es tremendo y tenemos que tener mucho cuidado. Todo es cuestionable, pero hay una verdad que es prueba y error, prueba y error. Entonces, ¿qué hace la ciencia? La ciencia no dice que tiene la verdad. La ciencia te explica cómo encontrar la verdad. Y eso es lo maravilloso, por ejemplo, nos permite a nosotros decir con certeza que sí, que la Tierra es redonda. Un poquito más achatada en los polos. Un poquito más gruesa en el Ecuador. Pero es redonda, no es plana. Observando, haciendo preguntas, buscando respuestas conocemos. El hombre a través de la evolución contemplaba el cosmos de la misma forma. Volvamos a esas fuentes. El hombre antiguo -y al igual que hoy- se preguntaba por la creación del cosmos, la creación de los universos, la creación de los planetas. Y había dioses, dragones, fuego, monstruos. Es porque los cataclismos provocaron esas cosas. Y bueno, el hombre dibujó y pintó en las cavernas el cielo que veía. Sería maravilloso volver a hacer eso. No importa que tengamos tecnología de alto vuelo. Las aplicaciones son importantes y la tecnología es importante. Pero si nuestro cerebro y nuestros ojos no contemplan la naturaleza, comenzamos a tener, yo diría, un estado en nuestra mente de no verdad de lo que está ocurriendo.
Fuente: El Territorio




