Casas chinas que quiere traer Macri alteran a constructores y madereros misioneros
Se construyen en una semana y cuestan 30% menos que las casas del Iprodha. Macri analiza impulsar su construcción en todo el país. En Misiones causaría un impacto económico muy duro en los constructores y madereros, que ya se pintaron la cara para rechazar la invasión china.
El Iprodha también siente que este proyecto es una amenaza contra sus manejos millonarios. Por eso elaboró un proyecto para hacer casas más “rápidas y baratas” y plantear una alternativa misionerista, obviamente para cuidar los negociados que tiene con las constructoras e incluir a los forestales.
Según publicó el Diario La Nación la semana pasada y Primera Edición este domingo, los chinos no ocultan su intención de acaparar el mercado local. Las casas prefabricadas ya se están construyendo en Sudáfrica, Brasil y Venezuela.
Las mismas podrían quedar en manos de Sany, una firma que se dedica a la venta de maquinaria para obras de construcción. Desde la compañía aseguraron que las casas son construidas en apenas una semana.
Según adelantó Xu Ming, en un principio la empresa invertiría 30 millones de dólares para construir 5.000 viviendas de sesenta metros cuadrados en Buenos Aires. La idea -sostuvo- es hacer diez mil casas anuales en todo el país.
PROPUESTA MISIONERA
En contrapartida y para evitar este desenlace, los industriales de Misiones y el norte de Corrientes elaboraron una alternativa que podría resultar tan o más ventajosa que la que propone la multinacional.
En total, son 25 los industriales de capitales misioneros y correntinos que están dispuestos a trabajar en conjunto para contener ese mercado; esperan interesar al Gobierno nacional en la construcción de casas prefabricadas de madera de similares prestaciones que las chinas, pero a menor costo por metro cuadrado, las que además posibilitarían la reactivación económica en estos rubros y el consiguiente “efecto derrame” en las economías locales.
Los industriales locales creen que están en condiciones de empatar la oferta con 8.000 viviendas por año, con materia prima renovable, mano de obra local, dinero circulante en la zona e impuestos que quedarían en el país.
Pedro López Vinader es industrial y referente de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom), y desde hace varios meses trabaja con referentes de la Subsecretaría de Desarrollo de la Foresto Industria del Ministerio de Agroindustria, la Secretaría de Viviendas de la Nación y el Iprodha para idear un plan de negocios que sea competitivo y beneficie al sector.
“Los chinos dicen que las casas que ellos fabrican valen entre 670 y 680 dólares el metro cuadrado, ya sea en China o en Sudáfrica. Si a eso le agregamos Iva, Ingresos Brutos, tasas municipales, impuestos al cheque y costos laborales (porque van a tener que contratar mano de obra argentina), esa casa vale arriba de mil dólares el metro cuadrado puesta aquí”, explicó.
Ese costo casi duplica el valor de las casas prefabricadas de madera que se construyen y comercializan en nuestra provincia.
El otro factor supuestamente beneficioso en el negocio que se cerraría con los chinos, “la casa lista en una semana”, tampoco lo es tanto cuando se lo compara con la propuesta misionera.
“Nosotros construimos la casa en un día cuando el terreno está listo. Se tarda más cuando hay que dotar a un predio de infraestructura para que llegue a la casa el agua potable, la cloaca, el cordón cuneta y las veredas, las calles, el alumbrado público. Eso igualmente lo van a tener que hacer los chinos cuando quieran montar un barrio”, explicó.
El modelo de casas de madera “cheroga 14”, por ejemplo, se instala actualmente en el complejo Itaembé Guazú, en Posadas. Son viviendas de sesenta metros cuadrados (al igual que las promocionadas casas chinas) y tienen un costo promedio de 700 dólares el metro.

Foto: Primera Edición
CRISIS HABITACIONAL
El Iprodha reveló que 105 mil familias necesitan vivienda en Misiones. Unas 90 mil de esas familias no son propietarias de la tierra donde habitan y 80 mil tienen Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), según expuso Santiago Ros, titular del organismo.
“Tenemos 12 mil familias que viven en asentamientos informales urbanos”, dijo. Doce mil familias representan un promedio de 40 mil personas.
Explicó que se buscarán soluciones baratas y rápidas para los sectores más humildes porque la clase media puede arreglarse con los créditos bancarios y otras herramientas financieras.
“La solución habitacional que pensamos brindar es la más mínima posible porque lo importante es la tierra. Nos olvidamos de la vivienda tradicional, vamos a una mucho más modesta con capacidad de ampliarse”, dijo.
“Ya estamos buscando terrenos más chicos de 7,5 metros de frente, dejando de lado 10×30 metros. Sabemos que no cumplen con normativas municipales”, sostuvo pero se debe ignorar o modificar algunas normas con el fin de solucionar este problema.
Estas casas más económicas no tendrán revoque interno, pisos ni cielo razo. Las instalaciones no serán embutidas sino exteriores.
Tengo uba Nande Roga desde el año 1986 y con el mantenimiento adecuado está como cuando me la entregaron. Realizada con madera estacionada y muy confortable. No desperdiciemos nuestros recursos. Demos trabajo a nuestra gente.